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Por Sam Paler-Ponce, Director Asociado de Política Municipal

La Coalición de Chicago para acabar con los sin techo ha publicado hoy ha publicado su informe 2024, en el que estima que 76.375 habitantes de Chicago carecen de hogar a lo largo de un año. El aumento vertiginoso del coste de la vivienda, el estancamiento de los salarios y los retrocesos en las ayudas de la era de la pandemia han hecho cada vez más difícil que Chicago encontrar y mantener una vivienda asequible. Este informe se basa en datos de 2022, el año más reciente de datos disponibles. Estas estimaciones deben considerarse como un mínimo, ya que no incluyen los casi 50.000 personas que han solicitado asilo en Chicago desde agosto de 2022.

 Principales conclusiones del informe:

  • Los sin techo se extienden por Chicago: Aproximadamente 76.375 habitantes de Chicago, de los cuales 31.333 vivían en la calle o en albergues y 45.042 en casas de familiares o amigos, carecían de vivienda estable en 2022.
  • Impacto de las nuevas llegadas: Desde agosto de 2022, han llegado a Chicago casi 50.000 solicitantes de asilo, de los cuales 2.970 residen en albergues temporales.
  • Definiciones federales inadecuadas: El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés) excluye de su definición de "sin techo" a las personas que se alojan dos veces en la misma vivienda, a pesar de ser ésta la situación más común entre las familias de Chicago.
  • El recuento puntual es cada vez más ineficaz: Cada vez está más claro que el tradicional recuento instantáneo de personas sin hogar en una sola noche es cada vez más ineficaz. Las personas cambian con frecuencia entre diferentes formas de sinhogarismo, y un recuento instantáneo no logra captar a la mayoría de los habitantes de Chicago que experimentan la falta de vivienda. Por cada persona contabilizada en el recuento tradicional de HUD, diez personas más acceden a esos mismos servicios para personas sin hogar a lo largo del año.

Aumento de 68.440 a 76.375 personas sin hogar en Chicago

El número de personas sin hogar en Chicago ha aumentado de año en año debido a una combinación de factores sistémicos, económicos y sociales que agravaron las vulnerabilidades existentes. El levantamiento de las redes de seguridad de la era de la pandemia, como la ampliación del Crédito Fiscal por Hijos y las moratorias de desahucio, desempeñaron un papel importante en el agravamiento de la inestabilidad de la vivienda para miles de hogares. Las familias que antes dependían de estas ayudas se enfrentaron a crecientes presiones económicas, lo que provocó un aumento de la demanda de servicios de ayuda a la vivienda y refugio.

Además, los refugios que redujeron su capacidad durante la pandemia para cumplir las directrices de salud pública aumentaron gradualmente su disponibilidad, lo que hizo que se contabilizaran más personas en los sistemas de servicios para personas sin hogar. Este cambio puso de manifiesto no sólo la creciente necesidad, sino también las limitaciones de las soluciones temporales a los problemas sistémicos de vivienda.

Simultáneamente, la afluencia de casi 50.000 solicitantes de asilo a Chicago desde mediados de 2022 ha ejercido una presión sin precedentes sobre los sistemas de vivienda y de respuesta a los sin techo de la ciudad.

Próxima afluencia de personas sin hogar

Mientras Chicago se prepara para fusionar sus sistemas de albergues para recién llegados y "sin techo heredados" en un modelo unificado el 1 de enero de 2025, instamos a las autoridades municipales a adoptar un plan de transición más sólido. Aunque la consolidación en el marco de la "Iniciativa de un Sistema Único" es un paso positivo hacia un enfoque racionalizado, la estrategia actual se queda corta a la hora de abordar las necesidades reales de los más vulnerables de nuestra ciudad.

En octubre, la ciudad anunció que el sistema unificado ofrecería 6.800 camas, 3.000 de ellas en albergues tradicionales, 2.100 en albergues municipales y 1.700 en albergues estatales para recién llegados. En otras palabras, dos sistemas que antes proporcionaban refugio de emergencia a 18.000 personas sin hogar cada noche se reducirán a una capacidad de 6.800 camas en el nuevo año.

Para gestionar la capacidad, la ciudad ha adoptado medidas como estrategias de desvío, desalojos de albergues y guías de recursos de autoayuda. Sin embargo, muchas estrategias no hacen sino empujar a las personas a situaciones de vida precarias, como compartir piso (o "couch-surfing") o trasladarse a otro lugar. Esto no resuelve el problema de los sin techo, sino que traslada la carga a quienes ya lo están pasando mal, creando un ciclo de inestabilidad que afecta tanto a las familias como a los servicios destinados a apoyarlas.

El impacto sobre las familias, especialmente las que tienen hijos en edad escolar, es especialmente preocupante. Interrumpir la educación de los alumnos en pleno curso escolar puede tener consecuencias a largo plazo en su desarrollo académico y social. Las familias necesitan garantías de que podrán mantener la escolarización de sus hijos y acceder a ayudas para el transporte.

La falta de vivienda es una prueba de voluntad política

Este informe destaca el papel fundamental que desempeña el liderazgo político a la hora de abordar el problema de las personas sin hogar. Las soluciones eficaces requieren inversiones en vivienda asequible y definiciones inclusivas de la falta de vivienda que tengan en cuenta a todos los habitantes de Chicago que lo necesiten.

Tenemos las herramientas para acabar con el sinhogarismo en Chicago, pero se requiere el compromiso -de nuestros funcionarios electos a los líderes de la comunidad- para hacer de la vivienda una prioridad. Acabar con los sin techo no sólo es posible, sino que es una decisión que debemos tomar.

Acerca de la Coalición de Chicago para acabar con los sin techo

La Chicago Coalition to End Homelessness es una organización sin ánimo de lucro dedicada a promover cambios políticos, proporcionar recursos y apoyar soluciones sostenibles para los sin techo en Chicago y en todo el estado. CCH trabaja para garantizar que todos los habitantes de Chicago tengan un lugar al que llamar hogar.