Por Wendy Wei y Leslie Hurtado29 de abril de 2024

Wendy Benítez y su hija caminan por la acera. (Fotos: Diego García)
Aunque muchos habitantes de Chicago de distintos orígenes han expresado sentimientos contrarios a los inmigrantes, los medios de comunicación se han centrado en gran medida en la tensión histórica de la comunidad negra con las comunidades latinas. Sin embargo, los defensores de la vivienda de los negros de toda la vida afirman que la energía gastada en las protestas antimigrantes podría emplearse de forma más productiva si se canalizara para abordar las causas profundas de la inestabilidad de la vivienda en la ciudad.
Según el Instituto de Estudios de la Vivienda de DePaul, en 2021, antes de que llegara el primer autobús procedente de Texas, la ciudad ya tenía un déficit de 120.000 viviendas asequibles para dar cabida a los hogares de Chicago con rentas bajas.
Ese mismo año, el Departamento de Servicios Familiares y de Apoyo de Chicago contabilizó 3.000 personas en centros de acogida y 702 refugiadas en la calle (aunque esta cifra podría ascender a 1.500). El 73% de esta población era negra.
El sinhogarismo callejero es sólo una parte del problema. En 2021, la Coalición de Chicago para los Sin Techo calculó que 68.440 personas se encontraban sin hogar en Chicago, la mayoría alojadas temporalmente con otras personas, o "doblando". En su informe, los habitantes negros de Chicago representaban más de la mitad de la población total sin hogar.
Hendricks afirma que las frustraciones se han ido gestando desde la Gran Recesión de 2008, y se agravaron con la pandemia de COVID-19, durante la cual los habitantes negros de Chicago se enfrentaron a graves disparidades. A pesar de constituir alrededor del 30% de la población de la ciudad, representaron el 60% de las víctimas mortales por COVID-19 y una cuarta parte de los casos confirmados en Illinois.
"Como la gente pobre estaba sometida a mucho estrés y presión, cuando ven que alguien recibe un recurso y saben que se les ha negado un espacio, culpan a esa gente y culpan a la gente que les proporciona esos recursos. Y se convierte en una tensión racial", dijo Washington. "Tenemos dos crisis. La crisis de los inmigrantes y la crisis de la vivienda".