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Opinión

Por Doug Schenkelberg

En Chicago, esta semana las temperaturas han descendido hasta niveles peligrosamente fríos. Cuando el tiempo alcanza los grados negativos y hay un viento y una nieve que hielan los huesos, la exposición prolongada puede poner en peligro la salud, independientemente de cuántas capas de ropa sea capaz de ponerse una persona. Pero es especialmente inseguro para los hombres, mujeres y niños sin hogar que viven en las calles de Chicago.

Con más de 35.000 personas en Illinois que utilizaron el sistema de refugios financiado por el Estado en 2015, sabemos que esta amenaza está muy extendida.

Todos los años, la gente nos pregunta en la Chicago Coalition for the Homeless cómo pueden ayudar a las personas sin hogar que encuentran.

Siempre digo que si alguien te pide ayuda en la calle, no dudes en darle dinero, comida, mantas, etc., si tienes los medios y las ganas. No creemos que haya ningún inconveniente en ayudar a la gente de todas estas maneras.

Pero lo más importante es que te asegures de que cualquier interacción que tengas sea positiva y respetuosa. Si no puedes o no quieres dar nada, puedes mantener el contacto visual, sonreír y desear lo mejor a la persona. La clave es tratar a cada persona con la dignidad y el respeto que esperarías si estuvieras en esa situación.

También es importante alzar la voz si oyes a alguien decir algo despectivo sobre las personas sin hogar. Recuérdales que la falta de hogar puede afectar a cualquiera y que los sin techo son personas con historias, sueños y ambiciones. Necesitan el mismo amor y apoyo que todos nosotros para salir adelante cada día.

Más allá de la ayuda inmediata, hay otras formas de donar que pueden tener un impacto duradero. Busque organizaciones que lleguen directamente a las personas sin hogar de las calles de Chicago y que ofrezcan opciones de alojamiento permanente. Aquí encontrará recursos que identifican organizaciones sin ánimo de lucro activas en este ámbito en Chicago.

Por último, tenga en cuenta que las personas sin hogar no sólo existen cuando hace frío. Es un problema los 365 días del año. La gente no vive en la calle porque prefiera estar allí. Viven allí porque no tienen acceso a la vivienda permanente y asequible que necesitan. En un momento en que deberíamos invertir más tanto en vivienda como en servicios de apoyo -servicios de salud mental, formación para el empleo, atención sanitaria-que la gente necesita para alcanzar su potencial, nuestro Estado no está cumpliendo con sus obligaciones actuales.

Los responsables de la toma de decisiones deben saber que este asunto les importa, que nuestro Estado y nuestra ciudad deben esforzarse por ser la mejor versión de sí mismos y financiar adecuadamente los programas que las personas sin hogar necesitan no sólo para sobrevivir, sino para prosperar.

Específicamente, con nuestro presupuesto estatal en desorden, el gobernador necesita escuchar de los electores que necesita financiar adecuadamente los programas para personas sin hogar. Le instamos a llamarlo al 217-782-0244 y decirle que hacer frente a la falta de vivienda una prioridad.

Todas y cada una de estas acciones pueden marcar la diferencia. Trabajemos juntos en estas fiestas y en el futuro para que los sin techo sean cosa del pasado.

Doug Schenkelberg es director ejecutivo de la Coalición de Chicago para los Sin Techo, que aboga y se organiza para prevenir y acabar con la falta de vivienda.