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Por Christen A. Johnson

Johnny Rivers lo estaba haciendo todo bien.

Durante los primeros 18 años de su vida, este nativo de Englewood consiguió superar la privación de derechos que asolaba su barrio: se graduó en el Jones College Prep, convirtiéndose en el primero de su familia en terminar el instituto; empezó la universidad en una universidad históricamente negra de Memphis; y encontró una pasión produciendo música. "Estaba en la cresta de la ola", recuerda con orgullo.

Nadie podría haber predicho que estaría sin hogar a los 19 años...

Enlace al reportaje completo.

...Niya Kelly, directora legislativa estatal de la Coalición de Chicago para los Sin Techo (CCH, por sus siglas en inglés), afirma que la doble vida de los jóvenes tiende a parecerse a la experiencia de Rivers: "couch surfing", "moverse de un sitio a otro" -sobre todo por la noche- y no tener garantizado el mismo lugar donde quedarse.

En 2016, había más de 11.000 jóvenes sin hogar no acompañados de entre 14 y 24 años en Chicago, y el 85% de ellos vivía en pareja, según los datos más recientes de una estimación de CCH....

...El miedo a lo desconocido, a no saber dónde pueden ir después, es un sentimiento común entre los jóvenes sin hogar que van de un lado a otro o que viven en casas compartidas. Kelly dice que a menudo intentan hacerse "lo más pequeños posible, o no comer tanta comida, o ser lo más hospitalarios posible para mantener la paz" para poder quedarse en algún sitio.

También existe la idea errónea, según Kelly, de que tener un techo -por momentáneo que sea- es mejor que vivir en la calle.

"No sabes lo que tiene que hacer una persona para quedarse en una casa esa noche", dice, "así que no siempre es mejor que vivir en la calle". Algunos jóvenes tienen que entregar su cheque de discapacidad o las prestaciones del SNAP (al propietario de la casa). Algunas chicas son víctimas de la trata. Que vayas a un sitio por la noche no significa que estés a salvo"...