La Coalición de Chicago para los Sin Techo está consternada por la decisión de la ciudad de Chicago de emitir hoy un aviso de desalojo de 30 días a los residentes de los campamentos de tiendas de campaña bajo los viaductos Wilson y Lawrence en Lake Shore Drive, antes de su reconstrucción. Este aviso se produce sin que la ciudad proporcione alojamiento permanente a las personas que está desalojando del único hogar que tienen y con la intención premeditada de hacer imposible que las personas sin hogar puedan utilizar los viaductos en el futuro para protegerse.
Los residentes de los campamentos no se oponen a la reconstrucción de las infraestructuras de la ciudad, ni quieren vivir en la calle. Actualmente viven bajo estos viaductos porque no tienen otras opciones de vivienda permanente. Los residentes quieren lo mismo que cualquier otra persona: la oportunidad de tener un hogar estable.
Y mientras la ciudad no proporciona opciones de alojamiento permanente a todas las personas que viven actualmente bajo los viaductos, ha aprobado un diseño para la estructura reconstruida que hará imposible que nadie que sufra la falta de hogar busque refugio bajo los viaductos después de la construcción. Al colocar los carriles bici propuestos en las aceras, en lugar de seguir las mejores prácticas y colocarlos en la calzada, han optado activamente por bloquear la entrada a la zona a las personas sin hogar. La ciudad tenía la opción de añadir los carriles bici sin reducir la anchura de las aceras, pero conscientemente decidió no tomar esa opción. Creemos que esta decisión es intencionada y que el ayuntamiento quiere simplemente apartar a las personas sin hogar del campo visual de los demás residentes sin proporcionarles ningún apoyo permanente.
No se trata de carriles bici ni de reconstruir carreteras. Se trata de cómo la ciudad decide tratar a las personas con más barreras y menos recursos. Se trata de a quién y a qué decide dar prioridad la ciudad. Aunque se han hecho esfuerzos para ayudar a otros que han tenido que llamar hogar a los viaductos, la ciudad no está tratando en este momento a las personas sin hogar con la dignidad y el respeto que se merecen. CCH lleva más de un año en contacto regular con la ciudad en relación con las necesidades de los residentes, tanto a través de reuniones como de otras formas de comunicación.
Chicago aún puede hacer lo correcto. La ciudad puede asignar recursos para que los residentes restantes dispongan de viviendas permanentes de apoyo. Puede ajustar el diseño de los carriles bici para que estén en la calzada y no en la acera. Se pueden tomar distintas decisiones que mejoren las infraestructuras y apoyen a los residentes. Imploramos a la ciudad que elija un camino diferente y no sea culpable de hacer aún más difícil la vida de quienes tienen que vivir en la calle.